¿Entretenimiento o entrenamiento?
¿En qué piensas cuando escuchas la palabra entretenimiento? Seguramente piensas en una consola de videojuegos, en alguna visita al cine, a los bolos definitivamente. Otras personas piensan que quizá se encuentra en actividades como leer un buen libro o artículo científico, una partida de ajedrez a velocidad, asistir a conciertos de música clásica, etc. Al final, el entretenimiento resulta subjetivo para cada persona. Entonces, ¿qué nos dice la biblia al respecto?
Dios quiere que entiendas que es un Dios celoso de sus ciudadanos. Sea cual sea la actividad que defina tu entretenimiento, no podemos dejar que se convierta en el centro de nuestra vida y desplace el lugar que solo le pertenece a Él. Permíteme darte tres puntos en los cuales meditar sobre el entretenimiento.
Colosenses 3:17 (NBLA) dice “…todo lo que hagan, de palabra o de hecho, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de Él a Dios el Padre”. Esto no refiere que mi gusto por la cocina sea simplemente una actividad. Significa que incluso en mi desempeño en la cocina debo hacerlo en nombre de Jesús. El propósito principal de nuestro actuar en este mundo, sea cual sea la actividad que desarrollemos, debe estar dirigido para la expansión del Reino de Dios.
Dios no quiere que dejes de hacer ciertas actividades, si no que aún haciéndolas sea para gloria de su nombre. Pero mucha atención aquí porque cualquier actividad que desplace en tu corazón el lugar que le pertenece solamente a Dios, es un ídolo.
Dios dice en su palabra “no tendrás otros dioses delante de Mí ni te harás ningún ídolo” (Éxodo 20:3-4, NBLA). Y el entretenimiento también puede llegar a convertirte en un ídolo. Tu tiempo, dinero y adoración será destinado a aquello que se encuentre en tu corazón. En respuesta a esto, nuestras actividades, sean las que sean, no pueden robarle el lugar y la gloria que le pertenece a Dios.
Por último quiero enfatizar en dos tipos de sabiduría que encontramos en Santiago 3: 13-18 . La sabiduría del mundo, la terrenal, tiene la característica de ser “…perturbada y perversa” (vs. 16). A diferencia de la sabiduría de lo alto, una que viene de Dios, que es “... pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía” (vs. 17).
Este pasaje es clave, podemos tomar nuestro entretenimiento conforme a la sabiduría de este mundo o elegir que se convierta en entrenamiento por parte de Dios, para moldearnos más a su imagen, para desarrollar la sabiduría de lo alto y que sea el canal por el cual le damos la adoración.
Quiero concluir volviendo al punto principal. Dios es un Dios celoso de sus ciudadanos. Él no quiere que el entretenimiento, ni cualquier otra cosa, se interponga en la relación que tiene contigo. Haremos bien en permitir que sea Dios quien lo habite y decir junto al salmista “…mejor es un día en Tus atrios que mil fuera de ellos. Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios. Que morar en las tiendas de impiedad” (Salmos 84:10, NBLA).
Autor: José Bryan Tuxpan Velázquez