Ansiedad por el futuro y el evangelio

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La vida está llena de cambios, de situaciones que alteran nuestra estabilidad emocional y que aparecen cuando menos lo esperamos. ¿Cómo podemos reaccionar ante un mundo tan inestable?

El miedo por el futuro es algo que todos hemos experimentado en algún momento. Ya sea por no saber si nos quedaremos en la carrera que deseamos, si mantendremos el mismo empleo el próximo año, si ocurre un desastre natural o si se descompone el auto y no tendremos dinero para repararlo. Las posibilidades son infinitas y mientras más pensamos en los problemas que pudiéramos enfrentar, nuestro corazón se llena de más ansiedades y temores.

Dios no nos creó para vivir con miedo por el futuro

El libro de Génesis en los capítulos 1 y 2 nos muestran que “todo lo que Dios hizo era bueno”. Esto incluía el ambiente, la naturaleza y la convivencia entre el hombre y la mujer. Todo funcionaba en perfecta armonía. Sin embargo, al llegar a Génesis 3 se mencionan por primera vez en la historia las palabras “tuve miedo”, expresadas por Adán después de desobedecer a Dios comiendo del fruto del árbol que tenía prohibido. 

A partir de ese momento todos los seres humanos heredamos las consecuencias que trajo este pecado, incluyendo el miedo hacia lo que Dios pueda hacer o permitir en nuestras vidas. Pero la historia no se queda ahí, pues al mandar a su hijo Jesús a morir en una cruz y resucitar, nuestra relación con Él fue restaurada y ahora podemos enfrentar nuestros temores sabiendo que nuestro Señor es quien controla cada aspecto de nuestra vida.

¿Cómo confiar en alguien que no conoces?

Cuando escuchamos a alguien que lucha con la ansiedad y el temor por el futuro es muy fácil escuchar frases como: “Debes confiar en Dios”, “Tienes que tener más fe” o “Todo estará bien”. Pero pocas veces animamos a otras personas con la explicación de ¿Cómo confiar en Dios? ¿Cómo tener fe? o ¿Por qué estamos seguros que todo estará bien?

La respuesta a estas interrogantes parte de un conocimiento constante de Dios y pondré un ejemplo que ilustra este hecho. Supongamos que tienes una cita importante a la que debes llegar a tiempo, pero no tienes con quien dejar a tu hijo. Enseguida ves a dos personas: La primera es tu mamá y la segunda es un desconocido. ¿A quién le pedirías que cuide a tu hijo? ¿A tu mamá o a un desconocido? Lo más probable es que lo dejes al cuidado de tu mamá, pues sabes que puedes confiar en ella, que ella no le hará daño, que ella sabe cómo cambiar pañales y sabe lo que tu hijo debe comer cuando tenga hambre porque ella te crió, ella te alimentó, la conoces desde siempre y sabes que puedes confiar en ella.

De la misma manera en que no confiarías a tu hijo a un desconocido, muchos  no confían su vida en manos de un Dios que no conocen, y no porque Dios no sea confiable, sino que no se han dado a la tarea de querer conocerlo a diario por medio de la Biblia. Es por ello que nos da pavor pensar en que nos puedan despedir de nuestro trabajo, que vayamos a tener un accidente o que un familiar pueda morir, porque no confiamos en que Dios es bueno y que sus pensamientos son mejores que los nuestros.

Porque Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes,

Ni sus caminos son Mis caminos», declara el Señor.

Porque como los cielos son más altos que la tierra,

Así Mis caminos son más altos que sus caminos,

Y Mis pensamientos más que sus pensamientos.

Isaías 55:8-9 NBLA

¡Hay esperanza en Cristo!

Aunque la Biblia no promete que no tendremos aflicción, ni que las cosas saldrán como nosotros queremos, hay esperanza en momentos de incertidumbre y preocupación, pues si hemos creído en el evangelio y tenemos la certeza de salvación, nuestra vida está asegurada en manos de un Dios bueno. Pero si no estás seguro de tu salvación, hoy es un buen día para reconocer tus pecados delante de Dios y creer que Jesús pagó por ellos en la cruz. Dios tiene especial cuidado y amor por sus hijos.

 Porque Yo sé los planes que tengo para ustedes”, declara el Señor, “planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza.

Jeremías 29:11 NBLA

Tips para conocer a Dios y vencer el temor por el futuro

  1. Estudia los atributos o características de Dios. Esto te ayudará a conocer cómo es Dios y tener una mayor certeza de que sus planes para ti son buenos para hacerte a su imagen. Existen muchos libros que hablan sobre los atributos de Dios, sin embargo aquí te dejamos un recurso del ministerio Soldados de Jesucristo.  https://sdejesucristo.org/wp-content/uploads/2014/07/los_atributos_de_dios_por_aw_pink.pdf
  2. Empieza a leer un libro de la Biblia de principio a fin: Además de leer, escribe qué es lo que el pasaje que estudiaste te enseña acerca de la personalidad de Dios y escribe al menos 1 razón por la que puedes confiar en Dios, sin importar lo que pase.
  3. Ora todos los días poniendo todas tus actividades, salidas y proyectos en la voluntad perfecta de Dios. Esto te ayudará a confiar en que ya sea que tus mayores temores se hagan realidad, Dios reina sobre toda circunstancia y que nunca haría algo para dañarte o destruirte si eres su hijo.
  4. Apoyate en la comunidad de creyentes. Dios no te deja en esta batalla solo. Si sientes que estás luchando con pensamientos que te impiden disfrutar de la paz que Dios nos da, acércate a un miembro de la iglesia maduro en la fe o solicita consejería bíblica en el sitio web:  

Recuerda que la paz es un regalo que Dios nos da como fruto de su Espíritu Santo y que es posible disfrutar de ella, aún cuando las cosas vayan mal (Terrenalmente hablando).

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Romanos 8:28 RVR60



Autora: Brenda Pérez