¿Qué es una amistad verdadera?

La palabra amistad es muy conocida por nuestra sociedad, pero muy poca practicada. Si tu buscas la palabra y su significado hace referencia a: lealtad, amor, solidaridad, sinceridad, incondicionalidad y compromiso hacia otra persona. ¿Por qué menciono que es poco practicada? Porque hoy en día las “amistades” no duran mucho tiempo, sólo es un cierto tiempo y luego se olvidan, se dejan de hablar y ya no se supo que fue de la persona; tal vez haya excepciones.  Pero una amistad verdadera es para siempre e incondicional. ¿Cómo puedo estar tan seguro de eso? Es porque la Biblia lo enseña y porque Cristo lo hizo.

La Biblia y la amistad

Voy a mencionar unos versículos que entran perfectamente en esto:

-Proverbios 17:17 es un versículo conocido y dice así: “En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia”. 

Algo que quiero resaltar aquí es que dice “En todo tiempo ama el amigo”, no nada más cuando todo va bien, sino aún en el tiempo en que las cosas no están bien, por eso termina el versículo con “es como un hermano en tiempo de angustia”. ¿Pudiste notar eso? Quiere decir que tanto en las buenas como en las malas un verdadero amigo va a amar, va a estar cerca (como un hermano) sin importar la circunstancia.

-Proverbios 18:24: “El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano.”

Creo que este versículo se conecta con el anterior. Prácticamente dice, si tienes amigos entonces sé un amigo, porque un amigo es más unido que un hermano (de sangre). ¿Puedes ver como una amistad va más allá de lo que creemos que es una amistad?

El modelo de la amistad bíblica

Tal vez pienses que eso ya lo sabes y ya lo haces, pero Jesús nos enseñó qué es ser un verdadero amigo, nos enseñó qué es una verdadera amistad. Tú mismo puedes ver su vida en los evangelios. Él enseñaba a sus discípulos, los amaba, les servía (como cuando le lavó sus pies), los corregía, los exhortaba, los animaba, dio su vida por ellos (Juan 15:13) y lo hacía sin esperar nada a cambio, un amor incondicional. Y aún cuando sus amigos y discípulos lo traicionaron (después de prometer que siempre iban a estar con Él), y lo negaron, en vez de reclamarles eso y ya nunca hablarles, lo que hizo fue restaurar la comunión con ellos preguntando si lo amaban (Juan 21:15-17). 

Jesús nos dejó un ejemplo más, que es amar a las personas con las que no son nuestros amigos (Mateo 5:43-48), amar a nuestros enemigos dice: “Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen (…) Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?”.

Una verdadera amistad

Una amistad va más allá de lo que nos imaginamos. ¿Puedes verlo? No nada más es amar a las personas que son nuestros amigos o las personas que conozcamos, no, va más allá de eso. Si Cristo nada más hubiera estado y salvado sólo por las personas que les caían bien, pues nosotros estaríamos perdidos y sin esperanza. Pero su amor fue más grande, que aún a sus enemigos amó y salvó. Nosotros éramos sus enemigos (Colosenses 1:21) y aún así fue a la cruz a salvarnos y rescatarnos para que ahora fuéramos reconciliados con Él. ¡Qué amor más grande! Eso es lo que es una verdadera amistad y amor incondicional.

Solos no podemos ser amigos verdaderos, porque nuestro corazón es perverso (Jeremías 17:9), nadie hace lo bueno (Romanos 3:10,11) y porque los designios de nuestro corazón son de continuo en mal (Génesis 6:5). Pero Dios ha provisto de su Espíritu para que podamos tener fruto de amor hacia otros (Gálatas 5:22), para que de la manera en que Cristo nos amó y perdonó, así lo hagamos también nosotros. 

Quiero terminar con el siguiente versículo: “En esto conocerán todos que son Mis discípulos, si se tienen amor los unos a los otros.” Juan 13:35 .



Autor: Alberto Pérez