¿Qué hacer en medio de la depresión?
Aconteció en aquella tarde la incapacidad de volver a sentirse ella misma, se le presentaron emociones que la llevaban a comprender que aquel sentimiento de tristeza profunda, vacío interno, pensamientos negativos recurrentes, sentimiento de soledad persistente, ansiedad, mareas tormentosas y amaneceres sin esperanza; eran signos de que había caído en la enfermedad del siglo XXI. La depresión.
Génesis 3 narra que la muerte entró al mundo perfecto de Dios, y las enfermedades y pecados que antes no existían comenzaron a aparecer desde ese momento.
La depresión es la coalición entre la impureza de las acciones pecaminosas que genera el corazón y las causas orgánicas de nuestro cerebro.
Como un gran bajón de ánimo y de las fuerzas, como una tristeza que carcome el alma hasta producir debilidad y una terrible desesperanza. (Sal.32; 3). Tu vida se descompone; las relaciones, los hábitos, los apetitos (1 Rey. 21;4) , la salud mental, y la autoconfianza.
El estilo de vida moderno, la competencia y una vida demasiado tirada a lo meramente material, son generadores de la tan mentada enfermedad. Por allí he leído que el 70% de las enfermedades humanas tienen que ver con malos hábitos humanos, o sea, comportamientos, conductas y soluciones incorrectas que se dan ante un problema de la vida y que no es provechoso para la salud.
Como epidemia, es algo nuevo, pero la tristeza del corazón siempre a ennegrecido las almas de los hombres de todas las generaciones, aun desde la cuna de la humanidad. Ana, madre de Samuel tuvo depresión; su corazón estaba afligido debido a la imposibilidad de formar una descendencia familiar (1 Sam. 1; 3-18). También como fue el caso del Rey David, víctima de depresión a causa de su propio pecado (Sal.38;3-22). Y como lo hemos venido estudiando; Nehemías, deprimido a causa del pecado del pueblo (Neh. 1). Entre otros seguidores de Dios mencionados en la biblia.
El corazón triste necesita soluciones y no tan solo palabras dulces, ni mucho menos palabras huecas carentes de apoyo y comprensión salidas por la boca de las personas que son testigos de la depresión de un individuo. Irónico, porque durante la depresión sabes que quieres volver a ser feliz pero no sabes como ir por esa paz, plenitud y felicidad.
En 1 Samuel 1:10 Ana recurrió a la casa de Dios y expuso todas sus inquietudes ante Él; lloro, abrió sus sentimientos, canalizo cada una de sus tristezas, fue sincera en decirle lo que más deseaba, y lo hizo con todo el dolor que profundamente estaba sintiendo. Ella deposito su confianza en Dios y estaba segura de que Él haría lo mejor para su vida. Ya no había nada más que ocultar, su sufrimiento no había terminado, Dios hizo la obra en ella y como dice el encabezado en el texto: “…no estuvo más triste” ( 1 Samuel 1:18 ).
Cuando tenemos depresión es de suma importancia confiar en los planes perfectos que Dios tiene para nosotros. Cuando estamos inmersos ante problemas hacemos ojos ciegos a el plan perfecto que Él tiene para nuestra vida. Yahweh utiliza mil y un circunstancias para moldearte en su camino a la vez que te genera dependencia radical en Él.
Meditar en el evangelio, buscar ayuda en la consejería de tu iglesia, descansar en Dios, estar en constante comunicación con el Padre, arrepentirte de tus pecados, desahogarte de todo aquello que te hace hundirte escribiéndolo o llorando, desahogarte de tus pensamientos y sentimientos con las personas que más confías, al igual que el renovar tu mente a pensamientos positivos y el cambio de tus hábitos diarios para mejores; te harán salir de la Depresión.
Ana en un punto sabía que Dios había hecho la obra en ella, no supo la hora, ni el día en el cual se le devolvió el gozo; pero su corazón había recibido lo que deseaba, ahora sabía con certeza que el gobierno de Dios es universal, y que sólo una persona que depende de un Creador, que es sustentador y fiel, puede dejar sus tristezas en Él. Ella miró hacia el cielo, y el Señor del Cielo le permitió ver las cosas desde otra perspectiva, haciéndole notar que cuando el hombre se encuentra con Él no existen carencias significativas que ahoguen el alma, sino siempre posibilidades eternas más allá de las circunstancias temporales. El corazón del Señor es el lugar “donde no hay griego, ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos”, Colosenses 3:11. (Sal.145:16; Sal. 119:49-50; Sal. 16:11; Juan.16:33).
La depresión nos hace sentir la debilidad de nuestra humanidad, pero no disminuye el poder de Dios. Y como compañero de lucha, tú puedes ser un canal de bendición a través de tu testimonio vivido en éstas circunstancias tormentosas.
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” Romanos 8:28.
Autora: Yazmín Fernández